¿El aprendizaje es algo tan trivial qué se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Desde mi punto de vista por supuesto qué no, claro que no, para que exista un aprendizaje primero debemos considerar los siguientes puntos:

El maestro debe preocuparse por escuchar al estudiante y por responder lo más cerca posible a las necesidades del mismo; desde sus necesesidades personales hasta la problemática que se presenta en su realidad como alumno, permitiendo con esto adecuar los esquemas que se enseñan a una realidad enfocada al entorno.

El alumno, una vez que ha aceptado aprender un conocimiento de determinada manera, hace que tal conocimiento le pertenezca y, al pertenecerle, deja de ser un conocimiento genérico y se vuelve parte concreta de sí mismo. Por lo tanto toda construcción del conocimiento constituye siempre una re-organización de los propios esquemas de entendimiento del contexto.

Debemos entonces ubicar el corazón del proceso de enseñanza-aprendizaje en la acción, en tanto que es en ella que la construcción de conocimientos se garantiza al poner en conflicto cognitivo la organización de los esquemas de entendimiento de la realidad que todo estudiante tiene como estructura fundamental para orientar su propia y muy personal adaptación a la vida.

El profesor deberá Situar el aprendizaje, de los alumnos organizándolos de acuerdo a las posibilidades que él conoce, a la necesidad de aprender algo, al llevar a cabo esta actividad ayudara a favorecer el descubrimiento, por parte del estudiante, de su verdadero interés por aprender algo, pues sin este reconocimiento, tanto el estudiante como el maestro se pueden estar equivocando tanto en el fin como en el modo de aproximarse a la construcción del conocimiento.

Entonces se aprende algo cuando el sujeto asimila información de la realidad a determinadas estructuras en el cerebro que luego permiten, a partir del recuerdo de esa información incorporada, comprender nuevas realidades.
Se dice que el conocimiento no puede imaginarse ni medirse, como si estuviera establecido, ni por las estructuras internas del sujeto, puesto que son el producto de una construcción efectiva y continua, que va de la memorización a la significación y del discurso al descubrimiento. Tanto la dimensión memorista->significativo como la dimensión recepción->descubrimiento del aprendizaje existen en de forma permanente.

Concluyo que el aprendizaje se da a lo largo de la vida y en todo momento, y que aprendemos de acuerdo a nuestras necesidades, al entorno y la necesidad de realizar ciertas actividades, considerando siempre las nociónes que traemos y las que nos apropiamos en el momento de reestructurar nuestros esquemas personales, permitiendo con esto evidenciar el aprendizaje en los diferentes momentos de la vida y no a través de unas simples preguntas de un contenido cualquiera.
Atentamente
María de Lourdes Caballero.